La reciente comercialización de la madera balsa creció exponencialmente durante la pandemia. Un año después de este crecimiento, la devastación de estos espacios en la Amazonía se puede detectar en las imágenes satelitales. Además, esta actividad ha provocado problemas sociales en las comunidades, incluido el secuestro de una menor.
Mongabay Latam y La Barra Espaciadora encontraron que desde marzo de 2020 a junio de 2021 se registraron 8139 alertas de deforestación en los puntos donde se ha denunciado una gran extracción de esta madera.
El boom de la madera balsa en Ecuador le sirvió al gobierno del expresidente Lenín Moreno para vanagloriarse del incremento de las exportaciones no petroleras. En el 2020, durante la emergencia sanitaria, el país exportó 402 millones de dólares de esta materia prima, según cifras del Banco Central del Ecuador. En las comunidades de la Amazonía, mientras tanto, las consecuencias ecológicas, económicas y sociales del auge de este negocio son cada vez más alarmantes.