«Si todavía tenemos bosques, es porque los pueblos indígenas hemos luchado con nuestra vida»: Patricia Gualinga, lideresa indígena kichwa | ENTREVISTA
La lideresa indígena kichwa señala que, incluso, la venta de bonos de carbono es un negocio que beneficia a grandes empresas y pasa por encima de los pueblos originarios, aprovechándose de su trabajo en el cuidado de los bosques.
Patricia Gualinga inhala profundo y se imagina dentro de la selva en Sarayaku. “El olor de un oxígeno tan puro no es explicable cuando una está en el bosque”, dice. “Una ingresa a los bosques sagrados y se siente mucho más cerca de toda la creación”. En esos espacios, asegura, además de encontrar una incalculable riqueza natural, se puede conectar con los principios básicos de la energía y el equilibrio.
Por eso le resulta doloroso recordar cuando todo eso estuvo en riesgo. En 1993, la empresa argentina Compañía General de Combustibles (CGC) obtuvo la concesión de lo que entonces se conocía como bloque 23 y, nueve años más tarde, en 2002, ingresó a la comunidad de Sarayaku, en la provincia de Pastaza, ubicada en la Amazonía del Ecuador, para iniciar sus tareas de exploración con grandes cantidades de dinamita. Allí inició la lucha del pueblo kichwa para defender su territorio.