Las amenazas para la Amazonía son financieras y ambientales
Salvar la selva amazónica. Esa ha sido la consigna de presidentes, oenegés, defensores de la naturaleza y líderes de territorios indígenas que viven en la región sudamericana. Sus voces, promesas y advertencias se han escuchado a lo largo de esta primera semana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27), en Egipto.
Gustavo Petro fue uno de los primeros líderes en hablar abiertamente sobre el tema. “Es hora de que Estados Unidos, principal contaminador de CO2, y América del Sur, detentora de una de las principales esponjas de CO2, hablen, acuerden y construyamos un camino conjunto”, dijo el Presidente colombiano.
Su meta es clara: la unificación del bloque amazónico para frenar la deforestación y promover sus beneficios ecosistémicos. Una de sus estrategias es la creación de un fondo común hacia el cual puedan llegar los dineros internacionales para la protección de la selva.