SEMANA
3 de junio
El próximo 6 de julio iniciará en Leticia el evento apertura de la cumbre por la Amazonía.
Del 6 al 8 de julio, Leticia será la sede del Camino a la Cumbre Amazónica, evento que contará con la presencia del presidente Gustavo Petro y su homólogo brasileño Lula da Silva. Al evento también asistirán los ministros de Ambiente de Ecuador, Perú, Bolivia, Guayana, Surinam y Venezuela.
En la cumbre se pretende tratar temas políticos enfocados a revertir el deterioro de la Amazonía, con el objetivo de ver resultados hacia el 2025 y 2030. Asimismo, se hablará sobre los derechos de los pueblos indígenas, la deforestación, los crímenes ambientales transnacionales, salud y educación, entro otros.
El mandatario brasileño llegará a Leticia el sábado 8 de julio para hacer parte del Foro de Debates Científicos de la Amazonía. El evento será la antesala de la Cumbre Amazónica, la cual se llevará a cabo en la ciudad de Belém, en el estado de Pará.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente de Colombia manifestó: “la deforestación y los crímenes ambientales transnacionales, conservación, restauración ecológica, bioeconomía, derechos de los pueblos indígenas, salud y educación, mecanismos financieros en medio de la crisis de la deuda externa, gestión de la información, ciencia, tecnología y conocimiento indígena, entre otros, serán los temas que se abordarán en la Cumbre de Leticia”.
El 6 de julio habrá eventos del World Resources Institute, Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y el Banco Interamericano de Desarrollo, con el propósito de explicar por qué es importante proteger la selva amazónica.
Al día siguiente, la ministra Susana Muhamad y la viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay, abrirán oficialmente el evento, en conjunto con los ministros mencionados con anterioridad.
“Buscamos trabajar para cumplir la cero deforestación, la implementación de los derechos de las comunidades indígenas, el desarrollo de la bioeconomía, la restauración ecológica, la gobernanza territorial y el crimen transnacional”, manifestó Muhamad.
El 8 de julio se prevé que los ministros consoliden los acuerdos logrados y determinen una agenda común para la selva del Amazonas, para que después se presenten en la Universidad Nacional sede Leticia con los presidentes Petro y Lula da Silva.
“Nuestro objetivo es avanzar en la definición de una agenda común basada en la ciencia, el conocimiento ancestral y social que contribuya decididamente a los desafíos del bioma amazónico. También buscamos trabajar para cumplir la cero deforestación, la implementación de los derechos de las comunidades indígenas, el desarrollo de la bioeconomía, la restauración ecológica, la gobernanza territorial y el crimen transnacional, aspectos fundamentales para consolidar una justicia ambiental y climática”, aseveró Muhamad.
Cabe mencionar que Lula semanas atrás anunció un nuevo plan contra la desforestación ilegal de la Amazonía.
“Brasil, sobre todo gracias a la selva amazónica, es responsable en gran parte por el equilibrio climático del planeta (…), impedir la deforestación de la Amazonía también es ayudar a reducir el calentamiento global”, manifestó Lula.
El plan es una versión actualizada de un programa que creó en 2004, durante su primer periodo presidencial, pero que fue descontinuado por el expresidente Jair Bolsonaro.
El gobierno de Lula ha tomado a disposición de forma inmediata la mitad de las superficies taladas ilegalmente en espacios demarcados como unidades de conservación ambiental. Además, pretende crear hasta 2027 tres millones de hectáreas más de esos espacios protegidos.
Entre otros, de los cientos de objetivos del programa, también dará fuerza al monitoreo con la contratación de miles de analistas y promoverá la economía sostenible con un “Sello Amazonía”.
Lula inscribió el plan dentro de sus promesas de colocar a Brasil como ejemplo de sustentabilidad, de alcanzar las metas de reducción de emisiones de carbono y llevar a cero la deforestación ilegal para 2030. Bajo la presidencia de Bolsonaro, la deforestación anual promedio en la Amazonía aumentó 75 % en comparación con la década anterior.