COVID-19 se dispara en Leticia y atemoriza a los pueblos indígenas de la Amazonía

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COLOMBIA

Publicado en: La Opinión

12 de mayo de 2020

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Entre el 60 y el 70 % de los 79 020 habitantes del departamento de Amazonas en Colombia pertenecen a algún pueblo indígena y desde hace varios días su capital, Leticia, ha sido foco de las noticias por el incremento en el número de casos positivos para COVID-19.

Hasta el pasado 11 de mayo, el departamento de Amazonas reportaba 718 casos y 26 muertos. De esos 718 casos, 717 están en Leticia, según las cifras oficiales entregadas por el Instituto Nacional de Salud de Colombia (INS). Aunque el Instituto no desagrega los casos por grupos étnicos, la gobernación de Amazonas en su reporte del 6 de mayo de 2020, informó que los casos de COVID-19 en indígenas ascienden a 41: considerando 11 confirmados en las áreas rurales de Leticia, 29 en áreas urbanas y un caso en el municipio de Puerto Nariño.

La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) lleva su propio reporte y, de acuerdo con su último boletín publicado el pasado 7 de mayo, seis indígenas en el país han muerto y el virus se ha registrado en los pueblos amazónicos tikuna, miraña, tariano, yukuna y ocaina. ¿Cómo Amazonas se convirtió en el departamento colombiano con más contagios por millón de habitantes y por qué los indígenas están en grave riesgo?

¡Leticia se salió de control!

El 17 de abril se reportó el primer caso de COVID-19 en Leticia, capital del departamento de Amazonas, y en menos de un mes ya hay 717 y un caso más en el municipio de Puerto Nariño. La situación en esta región del sur de la Amazonía colombiana ya era crítica desde hace mucho y diversas autoridades indígenas, desde el inicio de la pandemia, pedían especial atención para el departamento y su capital.

Desde principios de marzo, cuando se reportó el primer caso en el país, autoridades indígenas como la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac) ya habían dicho que, en Amazonas, y en general en toda la Amazonía del país, no había suficiente personal e insumos médicos y que Leticia solo contaba con una clínica y un hospital público que no estaban en capacidad de atender una situación de salud como la que podría presentarse.

“Las Empresas prestadoras de Salud (EPS) no quieren atender. Si no había un doliente para la salud en tiempos normales, menos durante la pandemia. Lo que ha hecho la pandemia es visibilizar la crisis de la Amazonía al resto del país”, le dijo Julio César López, presidente de la Opiac, a Mongabay Latam.

La crisis se veía venir cuando, a los pocos días de registrar los primeros casos de COVID-19 en Amazonas, el personal médico del hospital público departamental San Rafael de Leticia renunció masivamente. Al menos 30 profesionales de la salud denunciaron que no contaban con elementos de protección personal suficientes para atender a los pacientes de coronavirus en el Amazonas, departamento que para el 20 de abril ya presentaba cuatro casos confirmados, entre los que se encontraba un médico.

No solo esto, el asunto empezó a tener más interés nacional e internacional cuando se conoció que el pasado 30 de abril, Antonio Bolívar, uno de los últimos y mayores sabedores tradicionales de los pueblos Ocaina y Huitoto y actor principal de la reconocida película El abrazo de la serpiente, falleció al parecer víctima del coronavirus. Bolívar estuvo internado en el hospital de Leticia y un día después murió, aunque las autoridades de salud todavía no han confirmado la causa de la muerte.

Al poco tiempo de conocerse la noticia, la Superintendencia de Salud, que vigila a todos los prestadores de salud, intervino el hospital San Rafael por no garantizar la atención a los usuarios. Además, se removió del cargo al gerente del hospital y se nombró un Agente Especial Interventor.

Todo esto hizo que el ministro de Salud, Fernando Ruiz, viajara el fin de semana del 2 y 3 de mayo a Leticia para revisar el plan de contingencia del departamento frente a la pandemia del coronavirus. “Ya se realizó una intervención y ahora viene todo el apoyo que daremos desde el Ministerio de Salud, con provisión de respiradores y elementos de protección personal, así como protocolos. Vinimos con la Nueva EPS (empresa prestadora de salud) para traer un médico intensivista y un enfermero especializados en entrenamiento para operación de hospitales en torno al COVID-19”.

Ruiz aseguró que ya se contrataron cuatro médicos, tres enfermeros jefes y se entregaron tres ventiladores. El ministro se comprometió a entregar al departamento de Amazonas, durante los meses de mayo, junio y julio de 2020, los siguientes insumos: 550 máscaras de alta eficiencia N95, 1000 mascarillas quirúrgicas, 200 caretas de protección facial, 1000 guantes desechables y 182 batas desechables. Así mismo, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres entregará 6500 tapabocas para pueblos en zonas de frontera, 1500 unidades de gel, 750 pares de guantes, 500 jabones y 1500 tapabocas.

No hay suficientes recursos para brindar atención

A pesar de la visita del ministro de Salud, la preocupación por lo que sucede en la región continúa. “Leticia es un territorio muy particular porque no solo limita con Brasil sino con Perú.Es evidente que los tránsitos que allí ocurren son muy fáciles de hacer, hay muy poco control de las autoridades del Estado para el tema sanitario y ese fue uno de los determinantes del contagio. Prácticamente Leticia es una misma ciudad con Tabatinga en Brasil”, asegura Diana Quigua, investigadora del centro de estudios jurídicos y sociales Dejusticia.

Quigua además dice que el departamento de Amazonas en Colombia tiene un sistema de salud que no tiene las condiciones para atender este tipo de situaciones.

Por su parte, Paulo Bacca, director de la línea de Antidiscriminación Étnico Racial de Dejusticia, destaca que en Amazonas no existen unidades de cuidados intensivos y que la situación es tan grave que, en Puerto Nariño, otro municipio del departamento, solo hay un médico en un puesto de salud. “Los indígenas han fortalecido su sistema de salud propio, pero este funciona para lo conocido, para algo desconocido como el coronavirus es un problema porque el sistema médico tradicional necesita un proceso para acoplarse a lo nuevo”, indica.

En una carta abierta al presidente Iván Duque, la Fundación Gaia Amazonas pidió analizar la pertinencia de incrementar las condiciones para un cerco epidemiológico departamental, el cual no sólo garantice el aislamiento de personas sintomáticas, asintomáticas o sospechosas, sino que proteja al conjunto de la sociedad. “Para ello se requiere implementar en cantidad y calidad las acciones de la fuerza Pública para hacer efectivo el cierre de fronteras tanto en la ciudad de Leticia como en los puntos sobre los ríos Amazonas, Putumayo y Caquetá que nos conectan con Brasil y Perú”, dice.

Por ahora, lo único que se sabe es que el 3 de mayo el presidente Iván Duque anunció que coordinarán con «los Gobiernos del Perú y del Brasil para que ellos también contribuyan a que esos controles sean cada vez más estrictos”.

A los indígenas les preocupa que la atención del gobierno ha sido construida de manera unilateral, “no han sido procesos concertados ni coordinados. Sabemos que hay que coordinar nuestro conocimiento propio con la ciencia occidental, pero no nos han tenido en cuenta. No han querido reunirse con Opiac”, indica López.

La carrera en otros departamentos amazónicos

La situación en el departamento de Amazonas sigue siendo preocupante y por ahora hay muchos anuncios a los que habrá que hacerles seguimiento para comprobar su cumplimiento.

Las fuentes consultadas por Mongabay Latam también están preocupadas por lo que pueda pasar en los demás departamentos amazónicos de Colombia: Putumayo, Caquetá, Guaviare, Vaupés y Guainía.

Julio César López, presidente de la Opiac, dice que el turismo y la fuerte interconexión de Leticia con otras poblaciones fronterizas influyeron en el aumento exponencial de los contagios y le preocupa que esto también pueda ocurrir en el departamento de Putumayo.

“Los departamentos que más nos preocupan son los que comparten fronteras internacionales (Putumayo, Vaupés y Guainía) porque el control es bastante complejo y hay fronteras que están completamente abandonadas por el Estado”, dice López.

El temor de López no es infundado. “Si alguien se enferma en cualquier punto de la Amazonía, llevarlo a Bogotá o a Villavicencio es demasiado costoso y demorado. El problema es que nuestra población indígena no está en las capitales de los departamentos sino a muchas horas de distancia por transporte fluvial”, precisa.

Si lo que ocurre en Leticia se llega a presentar en Puerto Nariño, también en el departamento de Amazonas, o en territorios de los departamentos de Vaupés o Guainía, “la situación se volvería insostenible, no hay personal médico ni infraestructura ni recursos”, destaca López.

Diana Quigua de Dejusticia comenta que otro problema es la comunicación. El acceso a señal celular es bajo y a internet mínimo. “Muchas comunidades indígenas están en estas condiciones y eso imposibilita el reporte de los casos y la respuesta inmediata que debería darse”, menciona.[/vc_column_text][vc_column_text]Leer más: https://www.laopinion.com.co/colombia/covid-19-se-dispara-en-leticia-y-atemoriza-los-pueblos-indigenas-de-la-amazonia-196135#OP[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]