Deforestación amazónica causará calor extremo en 2100, advierte un estudio

El avance de la deforestación en la Amazonía, combinado con el cambio climático, expondrá a unos 12 millones de brasileños al calor extremo para 2100, lo que supone riesgos para la salud, inclusive de muerte, según lo indicó un estudio divulgado este viernes.

“La deforestación a gran escala de la selva amazónica asociada a los cambios climáticos aumentará el riesgo de exposición al calor extremo”, indica el análisis adelantado por la escuela de salud pública de la prestigiosa Fiocruz, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) y la Universidad de Sao Paulo.

Los investigadores prevén un aumento de las temperaturas actuales de entre 7,5° y 11,5° (grados centígrados) para el año 2100 en regiones del norte brasileño, considerando escenarios moderados y extremos.

Demandan al gobierno ecuatoriano por la carretera que amenaza al parque Yasuní y a pueblos indígenas en aislamiento

Representantes de varias organizaciones sociales y ambientales presentaron una demanda de medidas cautelares contra el Estado ecuatoriano por la construcción de una vía que atraviesa el parque Yasuní, en el bloque petrolero 43 o ITT, y que se encuentra a escasos metros de la franja de amortiguamiento de la zona intangible de indígenas en aislamiento.
La preocupación se debe a que las actividades de construcción afectarían la flora y los animales de cacería de los que dependen los indígenas aislados y suponen una mayor probabilidad de encuentros con el mundo occidental. El inminente riesgo de contagio con COVID-19 sería fatal para las poblaciones Tagaeri y Taromenane.
El Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana, es el área protegida continental más grande del país y un importante hotspot o punto de alta concentración de biodiversidad a nivel mundial. Sin embargo, en el 2013, la Asamblea Nacional declaró al parque como zona de interés nacional y le autorizó al entonces presidente Rafael Correa la explotación petrolera en su interior. El Yasuní además contiene la Zona Intangible que busca la protección de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenane, cuya zona de amortiguamiento fue ampliada en el 2019.