Partes deforestadas de la Amazonía han dejado de ser los pulmones del planeta y han empezado a liberar carbono; actividades extractivas en Ecuador, Colombia, Perú y Brasil han provocado esta realidad

Actividades como la expansión de la agricultura, la tala de madera, el desvío de agua para irrigación, la ganadería se han acelerado más de lo previsto en toda la cuenca amazónica que se extiende por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

Esto está provocando que las zonas deforestadas ya no absorban carbono, sino que lo liberen. A este fenómeno se lo conoce como degradación forestal. Si bien la degradación también se puede dar por factores naturales, hay actividades antrópicas dentro de la Amazonía.

Un artículo científico publicado en la revista Science revela esa situación y la aceleración de la degradación. “El énfasis del artículo es ver esos cambios que se han dado en la cuenca y cómo se han generado a una velocidad mucho más rápida y por eso enormes regiones, en especial de los bosques tropicales, están deforestados con tasas altísimas”, dice Juan Manuel Guayasamín, quien participó de la publicación del artículo.