DW
3 de agosto de 2021
La Fundación Volkswagen ha otorgado cerca de 1,1 millones de euros al Instituto de Arqueología y Antropología de la Universidad de Bonn para apoyar la investigación científica ‘Patrimonio y territorialidad: percepciones pasadas, presentes y futuras entre los tacana, t’simane y waiwai’.
“La necesidad de fortalecer el conocimiento de los grupos indígenas de Bolivia y Brasil sobre el patrimonio natural y cultural es vital para la protección de sus territorios debido a la creciente presión externa sobre sus tierras y recursos”, asegura a DW Carla Jaimes Betancourt, directora del proyecto de investigación del Instituto de Arqueología y Antropología Cultural de la Universidad de Bonn.
El objetivo de la investigación es estudiar cómo se puede proteger mejor estos paisajes con una visión holística en la que se conjuguen conocimientos ecológicos, arqueológicos y antropológicos. “La cuenca del Amazonas es una región única donde la enorme biodiversidad y la diversidad cultural permanecen relativamente preservadas”, recuerda la directora del proyecto, apuntado que ello se hace patente en las áreas protegidas y las tierras indígenas «donde las tasas de deforestación son menores que fuera de estas zonas”.
El proyecto se destacó en una convocatoria lanzada por la Fundación Volkswagen junto a la Fundación Compagnia di San Paolo (Italia) y la Riksbankens Jubileumsfond (Suecia), con una dotación de 11 millones de euros, a la que se presentaron 16 propuestas. De estas, la mitad consiguió financiación y cinco de las mismas son financiadas por la fundación alemana.
“Los expertos consideraron el tema del Amazonas como relevante y ambicioso y quedaron convencidos por el diseño del proyecto que también involucró a los actores regionales, con respecto a los objetivos de la iniciativa”, apuntan fuentes de la Fundación Volkswagen a DW.
Descolonización de la investigación
Además de la universidad alemana, participan la Universidad Federal del Amazonas en Manaos (Brasil) y la organización ecologista Wildlife Conservation Society en La Paz (Bolivia), entre otras instituciones. “Nuestro proceso integra a los investigadores indígenas locales con los investigadores e instituciones científicas externas”, recalca Betancourt, apuntando que los investigadores indígenas visitarán museos en Alemania y Suecia “ya que estos poseen las mayores colecciones de materiales tacana, t’simane y waiwai”.
La directora del estudio subraya que la propuesta de investigación conlleva “un proceso de seguimiento mutuo en el que nuestras prácticas pueden servir y apoyar las necesidades locales”. De este modo, se “pretende desarrollar proyectos y problemas de investigación que sean de interés y beneficio para las comunidades involucradas”.
Así, se llevará a cabo un mapeo de los sitios culturales importantes de los pueblos tacana, t’simane y waiwai, así como la identificación de los indicadores ecológicos culturalmente importantes de los sitios y la documentación de los sitios arqueológicos, así como el arte rupestre, y otros aspectos culturales según los intereses de cada pueblo originario. “Con este conocimiento, los indígenas analizarán la importancia de sus expresiones culturales en el paisaje y diseñarán medidas para conservar y proteger sus territorios”, puntualiza.
Se trata de un ejercicio con beneficios tanto para las generaciones presentes como las futuras. “El día que cada joven waiwai conozca su propia historia, tendrá una gran arma para proteger la herencia de milenios de sus antepasados. No solo en lo que respecta a su cultura material, como la protección de su territorio, sino también a su patrimonio inmateria,l que necesita ser discutido y valorado entre ellos”, asegura a DW Carlos Machado Dias, de la Universidad Federal del Amazonas y encargado de las investigaciones antropológicas con el pueblo waiwai.
Patrimonio natural y cultural amenazado
Betancourt, especialista en arqueología y materialidad de la Amazonía, destaca la riqueza de los territorios de los pueblos indígenas como la tierra indígena de Trombetas-Mapuera, que “constituye una importante representación de la gran biodiversidad de la cuenca amazónica”.
Igualmente, recuerda que los territorios indígenas tacana forman parte del Gran Paisaje Madidi, “considerado uno de los paisajes más biodiversos del mundo”. Asimismo, “la región alberga una diversidad de evidencias arqueológicas, además de arte rupestre”.
Finalmente, los t’simane poseen dos territorios indígenas reconocidos por el Estado Boliviano. Uno es el Territorio Indígena Chimane (TICHito) en el valle del río Maniquí. El segundo territorio está superpuesto por un área protegida denominada Pilón Lajas. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo reconoce como Reserva de la Biosfera.
No obstante, Betancourt lamenta las amenazas que deben enfrentar dichos territorios como “la expansión agroindustrial, las infraestructuras, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos”, poniendo como ejemplo “la construcción de dos grandes presas hidroeléctricas en el alto río Beni”, en territorio de los tacana.
“En la perspectiva indígena, lo cultural y lo natural no son ámbitos separados, por lo que su protección no puede comprenderse de manera disociada”, dice a DW Patricia Ayala, especialista en patrimonio que participa en la investigación. “Uno de los grandes peligros de la Amazonía se vincula con esta idea de separar el patrimonio natural y cultural, por lo que nuestro proyecto aportará en este sentido”, asegura también la antropóloga.