La cuenca Amazónica que recorre 9 países de Sudamérica es el sistema de agua dulce con la mayor biodiversidad del mundo, contribuye a la generación de lluvias y a la estabilización del clima en todo el planeta. Lamentablemente, es cada vez más vulnerable frente a la aceleración del calentamiento global. Solo entre 2013 y 2022, los países amazónicos perdieron más de 1 millón de hectáreas de aguas superficiales (es decir, se redujo la disponibilidad de agua dulce que teníamos en ríos, lagunas, humedales y otros reservorios naturales), según muestra el Storymap del Agua de MapBiomas, iniciativa de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).
El Storymap del Agua es una herramienta interactiva con mapas, infografías, videos y estudios de caso sobre el comportamiento de los sistemas fluviales y glaciares en los países amazónicos (Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa). La información se presenta de manera amigable, a partir de imágenes satelitales analizadas por expertos de la RAISG. La plataforma quedará al servicio del público en general, en el marco de la COP Biodiversidad 2024 de Colombia, a través de este link.
“Es fundamental difundir la información científica de manera sencilla y que pueda servir a diversos públicos interesados en temas ambientales. Nos encontramos atravesando una crisis climática, con eventos cada vez más fuertes y frecuentes, que alteran los ciclos del agua y su disponibilidad. Conocer lo que está pasando con este recurso puede ayudar a tomar decisiones conjuntas para reducir los impactos”, indica Angélica García, secretaria de la RAISG.
Principales hallazgos
Según el StoryMap del Agua, los países con mayores pérdidas de aguas superficiales fueron Colombia, Guyana y Bolivia, con una reducción del 13%, 9% y 8% de sus aguas superficiales, respectivamente, entre los años 2013 y 2022. Le siguieron Perú y Venezuela con 4%; y Brasil, Ecuador, Guyana Francesa y Surinam, con porcentajes de entre 2% y 3%. Esta disminución se debió al calentamiento excesivo del planeta, acelerado por actividades humanas como la deforestación, el cambio de uso de suelos, la sobreexplotación de recursos; así como la falta de preservación y manejo sostenible de las nacientes fluviales, bosques ribereños y humedales.
En el caso colombiano que lidera el ranking de mayores pérdidas de agua superficiales – como se muestra en un video de la plataforma – el 80% del agua para consumo en la capital de Bogotá depende de la vegetación de los páramos, capaz de retener el agua de lluvia, para luego crear riachuelos en temporadas secas. Y estos páramos, a su vez, dependen de los “ríos voladores” del Amazonas, esas grandes masas de vapor que viajan por la atmósfera generando justamente las lluvias. Este ejemplo muestra cómo los ciclos de agua de los países sudamericanos están interconectados y son dependientes de lo que sucede en la Amazonía.
Por ello, cuanto mayor la deforestación de los bosques amazónicos, mayor los ascensos de temperatura y, consecuentemente, mayor el impacto en los procesos hídricos como la evapotranspiración que genera los «ríos voladores», afectando directamente la dinámica de las lluvias y la disposición de agua para las personas. Si a esto se suma una mala planificación territorial y un mal manejo de las cuencas, el resultado será una drástica caída en la oferta hídrica como la que se vive actualmente varios países amazónicos, con impactos en la salud, el desarrollo agrícola y en la industria y el acceso a importantes servicios públicos, toda vez que los ríos amazónicos son las principales alternativas de transporte en la región.
De igual modo, el StoryMap muestra un ránking de los 10 biomas con mayor pérdida de agua en el 2022, a comparación de la media histórica. Lidera la lista el Pantanal de Brasil y Bolivia, el humedal más grande del mundo, que sufrió una reducción de más de 300 mil hectáreas de superficie de agua. Una sequía que influyó en la ola de incendios más grande que ha vivido el Páramo del lado brasileño a inicios del 2024; un evento que no se veía a esa magnitud desde 1999. En tanto del lado boliviano, se dio la desaparición de la laguna Cáceres en menos de dos años (2020-2021), con un espejo de agua de 30 km2, generó grandes impactos socioeconómicos para las comunidades aledañas.
Retroceso glaciar
Otra información importante que muestra el StoryMap del Agua es la reducción continua de los glaciares en los países amazónicos. Entre los años 1985 y 2022, se perdieron 184 mil hectáreas de superficies de hielo; llegando incluso al borde de la desaparición en países como Venezuela, con una disminución del 97%. Le siguen Bolivia, Colombia y Perú, donde los glaciares se han reducido en 59%, 55% y 53%, respectivamente. Mientras que en Ecuador el retroceso llegó al 33%.
La plataforma evidencia en video el caso emblemático del Perú, hogar de la Cordillera Blanca (Áncash), la mayor cadena de montañas nevadas tropicales del mundo. El rápido retroceso glaciar en esta zona no solo pone en peligro el abastecimiento de agua de las comunidades. El derretimiento acelerado de glaciares como el Pastoruri ha formado una nueva laguna, cuyo desborde podría ser una amenaza para la población. Asimismo, la desaparición de capas de hielo viene dejando al descubierto rocas ácidas que contaminan las aguas superficiales y subterráneas, afectando la salud y vida de animales y personas.
Es importante resaltar que los eventos climáticos que están afrontando los países amazónicos representan una alerta importante porque sus impactos están asociados con la disponibilidad y calidad del recurso hídrico, no solo para las comunidades amazónicas, como para toda la población de la América del Sur.
En el contexto de la COP16 y desde RAISG se hace un llamado para que los tomadores de decisión continúen esfuerzos para proteger los recursos hídricos amazónicos. Las acciones coordinadas son fundamentales para lograr un mejor monitoreo de los recursos hídricos de la región con vista a tener alertas tempranas de sequías e inundaciones, así como estratégias de combate a la deforestación y la minería ilegal; y la formulación e implementación de planes regionales de adaptación, gestión de riesgos y desastres que promuevan la reducción de las vulnerabilidades, la adaptación y la resiliencia climática.
Conoce el Storymap del Agua de MapBiomas aquí