Comunidades amazónicas de Ecuador exigen justicia por derrame de crudo

QUITO (Sputnik) — Comunidades indígenas de la Amazonía (este) de Ecuador afectadas por un derrame de petróleo protestaron por la demora en la sentencia definitiva sobre la acción de protección contra el Estado que presentaron hace casi un año.
«Son 72 comunidades asentadas en las riberas de los ríos Coca y Napo las que están afectadas. La demanda se presentó el 29 de abril, en septiembre se dictó la sentencia de primera instancia que apelamos; sin embargo, hasta hoy la Corte Provincial de Orellana (este) no emite la sentencia definitiva», dijo a periodistas el presidente de la Federación de Comunas Unión de Nativos de la Amazonía Ecuatoriana (Fcunae), Carlos Jipa.

Kichwas exigen solución a derrames de petróleo en la Amazonía ecuatoriana

Quito, 5 mar (EFE).- Un pequeño grupo de indígenas Kichwa de la Amazonía y de organizaciones de derechos humanos se concentraron este viernes en los exteriores del Consejo de la Judicatura en Quito para reclamar justicia por el derrame de crudo hace más de diez meses en los ríos Napo y Coca.

Representantes de varias comunas afectadas por ese desastre, que tuvo lugar en abril de 2020, realizaron un plantón para exigir una respuesta inmediata de las autoridades penales a su situación, marcada por la contaminación de sus fuentes de agua.

Juan Licuy, dirigente de la comuna Sardinas, se quejó de que casi un año después no tienen respuesta y que «como indígenas» merecen «atención y justicia».

Cómo la demanda de energía limpia en el mundo amenaza una de las zonas más biodiversas de Ecuador

Apenas han pasado unos meses desde que de repente, como si nada hubiese pasado, la fiebre por la balsa de Ecuador se calmó. Pero las consecuencias de dos años de extracción frenética de esta madera son visibles y preocupantes.

La demanda se disparó porque inversores chinos, animados por un subsidio estatal, llegaron con mucho dinero para hacerse con toneladas de esta madera, demandada para fabricar aspas de generadores eólicos.

La urgencia por la materia y la falta de vigilancia del gobierno ecuatoriano debido a las restricciones por la pandemia contribuyeron a desatar el caos, entre otros territorios,en la provincia de Pastaza, una de las zonas de mayor riqueza natural de la Amazonía y donde se concentran decenas de miles de hectáreas de esta especie.

Sentencia para apagar mecheros en Ecuador enciende debate sobre contaminación y desperdicio de gas asociado

Nueve niñas presentaron acción de protección por contaminación de mecheros y obtuvieron una respuesta favorable en Corte de Sucumbíos.

A Leonela Moncayo y Denisse Muñoz, dos niñas de 10 y 13 años, les ha tocado convivir, desde que tienen uso de razón, con mecheros que queman gas asociado (el que se genera en la Amazonía) y permanecen encendidos como parte de la operación petrolera. Ambas residen en provincias distintas (Sucumbíos y Orellana), pero han sentido de cerca los estragos de la contaminación ambiental.

Leonela acude todos los días a su escuela ubicada en Lago Agrio. Pero desde que se levanta siente un aire pesado y un olor muy feo. “Ese mechero está prendido noche y día, todos los días”, dice hablando de la tea que se visualiza a 200 metros de su casa. “Acá no tenemos agua potable y tomamos agua lluvia, pero esa agua está contaminada por la quema de gas del mechero”, explica.

BNP no financiará a quienes exploten zonas de la Amazona transformadas para uso agrícola

PARÍS, 15 feb (Reuters) – El banco francés BNP Paribas anunció el lunes que dejará de financiar a clientes que produzcan o compren carne de vacuno o soja de zonas de la Amazonia deforestadas o transformadas para su uso agrícola después de 2008.

BNP, que ha fijado una política de lucha contra la deforestación en la Amazonia y la región brasileña del Cerrado, también dijo que animará a sus clientes a no producir ni comprar carne de vacuno o soja de tierras del Cerrado deforestadas o transformadas para su uso agrícola después del 1 de enero de 2020.

Fiebre, madera de balsa y pandemia en territorio achuar

La pandemia de la covid-19 fue el pretexto que encontraron las empresas extractivas para continuar explotando los territorios indígenas con más intensidad, mientras todo el mundo está mirando hacia otra parte.

En la Amazonía ecuatoriana, por ejemplo, se disparó la tala indiscriminada de la madera de balsa, ejerciendo una gran presión sobre la cuenca media y baja del río Pastaza, en el territorio de la nacionalidad achuar, así como el de otras como la kichwa, shuar y waorani; una presión que pone en evidencia hasta qué punto los impactos derivados del extractivismo en la región amazónica están siendo desastrosos estos días.

Además, en medio de una emergencia sanitaria, las afectaciones sobre la población local son aún mayores. En la Amazonía del Ecuador la fiebre de la balsa, con la llegada de cientos de madereros para tala masiva de esta preciada madera amazónica, se convirtió en el fatal foco de contagio del coronavirus en las comunidades indígenas amazónicas.

Jaguares en Ecuador: una población poco estudiada en peligro de desaparecer

La deforestación y la cacería por conflictos con humanos, además de la venta de artesanías con partes del animal, son algunos de los principales peligros a los que se enfrenta el felino. Sin embargo para protegerlo, coinciden los científicos, hace falta saber cuántos jaguares hay en las diferentes regiones del país.
El Chocó ecuatoriano es un área estratégica para su conservación, se calcula que hay entre 30 y 40 individuos, aunque los científicos precisan que hace falta realizar más estudios. Otro de los espacios clave para la protección del jaguar es el Parque Nacional Yasuní.

Ecuador: derrame de petróleo en el río Shiripuno fue atendido dos meses después

El río Shiripuno, en la provincia amazónica de Orellana, es uno de los afluentes de agua que alimentan al río Cononaco —que recorre la Zona Intangible donde habitan los pueblos indígenas en aislamiento Tagaeri y Taromenane—.  La noche del 27 de noviembre de 2020, se detectó un derrame de petróleo en Shiripuno, el crudo venía de una de las tuberías que está sobre el puente del río, propiedad de la empresa brasileña Petrobell Inc., que opera el bloque Tiguino 66. Solo hasta ahora, 10 semanas después, se inició la limpieza en las zonas afectadas pero no se sabe con certeza el número de barriles que se derramaron sobre las aguas y si esta acción tan tardía servirá.

Gilberto Nenquimo, presidente de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE), dice que el derrame fue descubierto por personal de Petrobell alrededor de las 8 de la noche y que se estimaba que había empezado al menos dos horas antes. Para contenerlo, Nenquimo cuenta que, entre el 28 y 29 de noviembre, la petrolera ubicó mallas de contención en la zona de la mancha más grande de crudo. Sin embargo, por la fuerte corriente del río, las mallas no aguantaron y el derrame se esparció.

WWF busca respaldo de Ecuador y otros países para salvar el jaguar

La organización WWF se ha propuesto recuperar la población de jaguares y los ecosistemas para su desarrollo antes de 2030, para lo que buscará el respaldo de 14 países de Latinoamérica, desde México hasta Argentina, e invitará a sumarse a otros cuatro.

El director regional de WWF para América Latina y el Caribe, Roberto Troya, recordó este miércoles, durante la presentación virtual de la campaña, que el felino más grande del continente «está amenazado» y ha perdido «un 50 % de su distribución histórica» en la región, con la extinción de esta especie en El Salvador y Uruguay.

Pese a convenio de protección, estado de humedales se sigue agravando por actividad humana

Las actividades humanas continúan agravando el deterioro de los humedales pese a la protección que les ofrece el Convenio de Ramsar, de cuya firma se cumplieron ayer, 2 de febrero, día mundial de estos ecosistemas húmedos, 50 años.

Esta convención tiene la misión de actuar como un “paraguas” para los humedales, considerados como “los mejores indicadores de calidad ambiental” según han explicado a la agencia EFE investigadores como Santos Cirujano, del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC), quien achaca su declive a “la creciente demanda hídrica de las actividades agrícolas, que consumen el 70 % del agua a nivel mundial”.

Cirujano ha advertido de que “no hay mucho que celebrar” en este 50 aniversario, pues “la salud de los humedales empeora al mismo ritmo que aumenta la contaminación mundial”, por lo que “es necesario un toque de atención si queremos conservarlos”.