Referéndum sobre explotación petrolera divide a comunidades de Amazonia ecuatoriana
JOYA DE SANCHAS, Ecuador – Sentado en el piso de tierra de su maloca, Óscar Machoa, de 67 años, corta unas hojas y las va colocando pacientemente sobre una olla calentada por leña. Sus manos firmes y ásperas fueron esculpidas por los años recogiendo plantas, construyendo sus casas, moldeando sus flechas.
Él es el curandero de la comunidad kichwa de San Carlos y el encargado de trasladar los saberes ancestrales al resto de sus vecinos en el cantón La Joya de los Sachas en la provincia ecuatoriana de Orellana, donde se encuentra parte del Parque Nacional Yasuní, uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta, que esta semana será el protagonista de un referéndum nacional sobre el futuro de las reservas de petróleo situadas bajo sus suelos.
Apenas escucha la palabra petróleo, su actitud paciente cambia. “No queremos que se extraiga nada. Recuerdo todas las cosas que nos prometieron y nada cumplieron”, dice con fuerza Machoa, cuando se traslada casi 60 años atrás y recuerda los inicios de la extracción petrolera en la zona, liderada por Texaco (en la actualidad, Chevron), donde fueron afectadas más de dos millones de hectáreas de la Amazonia ecuatoriana a lo largo de casi 30 años de explotación.