Deutsche Welle
17 de noviembre de 2020
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo este martes (17.11.2020) que pronto publicará una relación de países que importan madera ilegal de la Amazonía brasileña, entre los cuales figurarían algunos muy críticos con su postura ambiental.
«Revelaremos en los próximos días (los nombres de los) países que han importado madera de forma ilegal de la Amazonía, y algunos de esos países son los más severos críticos con mi gobierno por esa región amazónica», declaró el mandatario ultraderechista en la cumbre virtual del grupo BRICS de potencias emergentes, entidad conformada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
«Creo que con esta noticia, que interesa a todos en el mundo, se reducirá sustancialmente la práctica de la extracción e importación ilegal de madera», agregó.
Según Bolsonaro, que ya en otras ocasiones fustigó la aparente hipocresía de sus críticos, será posible obtener esa información gracias a un método desarrollado por la Policía Federal (PF) de Brasil para identificar el ADN de la madera y determinar su procedencia.
Expertos y ONG ambientalistas aseguran que el gobierno de Bolsonaro ha debilitado los organismos de control ambiental y que su discurso a favor de actividades extractivas en áreas protegidas promueve la deforestación y los incendios forestales, que alcanzaron niveles récord en la Amazonía y otros biomas, como el Pantanal.
En 2019, su primer año de gobierno, Bolsonaro recibió una oleada de críticas internacionales, encabezadas por el presidente francés Emmanuel Macron, por el alarmante aumento de los incendios en la mayor selva tropical del planeta.
Hace dos semanas, el vicepresidente Hamilton Mourao hizo un viaje por la Amazonia junto a embajadores de ocho países, en un intento de mejorar la imagen del gobierno de Bolsonaro.
La Amazonía promete ser un tema espinoso en la futura relación de Bolsonaro con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, a quien el mandatario brasileño todavía no ha felicitado por su triunfo ante el presidente saliente Donald Trump, un aliado de Bolsonaro.
Durante la campaña, Biden amenazó al gobierno brasileño con «consecuencias económicas significativas» si continúa deforestando la Amazonía, lo que motivó una airada respuesta de Bolsonaro.