France 24
Por: César Rojas Ángel
15 de julio de 2021
El Panel Científico por el Amazonas (SPA) concluyó en su informe que el 35 % del bosque amazónico ya ha sido deforestado o degradado. Según su más reciente estudio, la gestión del presidente brasileño Jair Bolsonaro ha agravado la situación.
Más de 8.000 plantas endémicas de la Amazonía y al menos 2.300 animales están en alto riesgo de extinción según el más reciente informe del Panel Científico por el Amazonas (SPA, por sus siglas en inglés). El reporte de 33 capítulos compila las investigaciones de 200 científicos de todo el mundo y es uno de los documentos más detallados sobre la selva tropical más grande del mundo.
Según el informe, el suelo y la vegetación amazónica albergan cerca de 200.000 millones de toneladas de carbono, más de cinco veces del total mundial de emisiones de CO2 al año. De ahí que el reporte resalte que “es esencial” reducir la deforestación y la degradación del bosque a cero en menos de una década.
Según Mercedes Bustamante, investigadora de la Universidad de Brasilia, la ciencia ha demostrado que la especie humana se enfrenta a riesgos catastróficos y potencialmente irreversibles debido a múltiples crisis. Se refiere específicamente al cambio climático y la reducción de la biodiversidad.
“Hay una estrecha ventana de oportunidad para cambiar esta trayectoria”, dice Bustamante, “el destino de la Amazonía es central en la solución de las crisis globales”.
El Gobierno Bolsonaro en Brasil ha ahondado la crisis en el Amazonas
Según el reporte publicado por SPA, el Gobierno del ultrderechista Jair Bolsonaro en Brasil ha agravado la crisis. El año pasado, la deforestación en la región amazónica del país alcanzó su punto más alto en 12 años. La revelación desató una ola de críticas internacionales acusando al Ejecutivo brasileño de negligencia.
El Gobierno de Bolsonaro ha impulsado la minería y la agricultura en áreas protegidas de la Amazonía, además de debilitar a las agencias a cargo de asuntos ambientales. Científicos y activistas coinciden en que la gestión de Bolsonaro ha incidido directamente en la creciente destrucción de los ecosistemas amazónicos.
El evento en el que se hizo el lanzamiento del informe de SPA se realizó este jueves 14 de julio y los principales hallazgos divididos por capítulos ya pueden ser consultados en línea.
Hace una semana, en la vecina Colombia se reportó que la deforestación se incrementó un 8 % en 2020 con respecto al año anterior. De las 171.685 hectáreas taladas el año pasado, el 64 % fueron arrasadas de la región amazónica del país. Durante el panel en el que se presentó el reporte de SPA, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos afirmó que en la región había falta de liderazgo para hacer frente a la crisis ambiental.
“Desafortunadamente, en este momento en América Latina, y especialmente en estos ocho países… no se ve ese liderazgo político”, dijo el expresidente colombiano refiriéndose a los Estados que comparten la selva del Amazonas. “No se ve a ninguno de esos presidentes tomando la batuta”, criticó Santos.
Revista Nature: algunas partes de la Amazonía emiten más carbono del que absorben
El reporte de SPA señala que, de su tamaño original, un 18 % de la selva de la Amazonía ya ha sido deforestada, en su mayor parte por los colonos agrícolas y la tala ilegal. Adicionalmente, otro 17 % se ha degradado. Los investigadores coinciden en hacer un llamado para aumentar los esfuerzos de restauración, pero resaltan que el objetivo principal debería enfocarse en proteger la vegetación existente y los cuerpos de agua.
“Las acciones de restauración pueden ser costosas y complejas de implementar, así que de hecho es mejor evitar la deforestación y la degradación para que no tengamos que ejecutar medidas restaurativas”, apunta Marielos Pena-Claros, profesor de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos.
En una investigación separada recién publicada en la revista Nature se apunta que la deforestación en algunas partes de la Amazonía ha llegado a tal punto que la emisión de carbono al año es superior a la capacidad de absorción del bosque. El sudeste de la Amazonía es la zona más afectada. El estudio encabezado por Luciana Gatti, del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE, por sus siglas en portugués), señala que esta región pasó de ser un sumidero a convertirse en una importante fuente de carbono durante el periodo de estudio, entre 2010 y 2018.
La investigadora Gatti explica que el incremento de dióxido y monóxido de carbono en el sudeste amazónico no es solo el resultado de los incendios y la destrucción directa del bosque, sino que también obedece al aumento en la mortalidad de los árboles. El fenómeno ocurre porque las severas sequías y las altas temperaturas se han vuelto cada vez más comunes.
La investigación del INPE añade que en los últimos 40 años, el este de la Amazonía, particularmente el sureste, ha sufrido más deforestación, calentamiento y estrés hídrico que la parte occidental, especialmente durante la estación seca.
Con EFE y Reuters