Kapé-Kapé Asociación Civil
25 de noviembre de 2021
Se calcula que el 25 % de las mujeres indígenas son analfabetas y permanecen en la escuela sólo una media de 5 años.
En las mujeres indígenas, la tasa de mortalidad materna es tres veces mayor que entre las no indígenas. Debido a que muchas se ven obligadas a desarrollar su embarazo a escondidas, mientras que otras tantas no tienen acceso a los programas de salud en sus comunidades de origen.
Las mujeres indígenas de hoy en día viven luchas desiguales, relegadas al hogar, excluidas del sistema de educación, laboral y salud, sufren gran discriminación.
La falta de acceso a sus derechos humanos y civiles en un tipo de violencia hacia la mujer indígena ampliamente expandido en nuestras comunidades indígenas y a la vez invisibilizado.
En el contexto humanitario que vive Venezuela y la población indígena, la migración y la actuación de los grupos armados son dos factores que aumentan la vulnerabilidad de las mujeres indígenas.
De acuerdo con el informe sobre violencia de género y factores de riesgo de las mujeres migrantes y refugiadas de Venezuela durante el trayecto migratorio, publicado en 2019 por la Organización Internacional para las Migraciones, el 13 por ciento de mujeres reportó haber sufrido algún tipo de violencia durante su trayecto.
Las mujeres indígenas migrantes suelen viajar acompañadas de sus hijos y en muchos casos incluso embarazadas, lo cual las coloca en una situación de mayor vulnerabilidad. Al viajar sin documentos en regla, que son exigidos en los pasos fronterizos legales, las probabilidades de transitar vías terrestres o fluviales no regulares e inseguras aumentan, elevando del mismo modo, el riesgo de ser víctimas de abusos, asaltos, violencia, explotación laboral, prostitución, entre otras.
La grave situación de violencia que hoy tiene lugar en las comunidades indígenas cercanas a las zonas donde se ejerce la minearía ilegal, específicamente el espacio territorial conformado por el Arco Minero, es un hecho sin precedentes en el país que debe llamar no sólo la atención a nivel nacional, sino también internacional.
La presencia de grupos irregulares armados en Amazonas y Bolívar ha sido denunciada por organizaciones indígenas, de derechos humanos, habitantes de comunidades y sectores políticos de la entidad.
Una parte vulnerable de la población son las mujeres indígenas, quienes han tenido que sufrir el asesinato, reclutamiento, desaparición de hijos, esposos u otros familiares, amenazas por defender sus derechos o el terror de presenciar enfrentamientos armados de estos grupos con fuerzas militares venezolanas en territorios de sus comunidades, donde luego se ven impedidas de ir a solas a sus conucos a sembrar o cosechar, o a los ríos o caños a abastecerse de agua porque sus espacios han sido invadidos por estos agentes irregulares extranjeros.
En estos casos, las mujeres indígenas viven violaciones de sus derechos a la vida, a una vida libre de violencia y a desenvolverse libremente y sin limitaciones en los espacios que ancestralmente le son propios.
En el marco de la celebración del día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, Kapé Kapé deja de manifiesto una vez más, que Venezuela está muy lejos de poder garantizar a las mujeres indígenas gocen plenamente de sus derechos en un marco que garantice su participación efectiva en la esfera civil y política, y a la vez propicie la mejoría de su situación socioeconómica, que signifique la erradicación de la espiral de violencia hacia este grupo vulnerable.