Las actividades humanas continúan agravando el deterioro de los humedales pese a la protección que les ofrece el Convenio de Ramsar, de cuya firma se cumplieron ayer, 2 de febrero, día mundial de estos ecosistemas húmedos, 50 años.
Esta convención tiene la misión de actuar como un “paraguas” para los humedales, considerados como “los mejores indicadores de calidad ambiental” según han explicado a la agencia EFE investigadores como Santos Cirujano, del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC), quien achaca su declive a “la creciente demanda hídrica de las actividades agrícolas, que consumen el 70 % del agua a nivel mundial”.
Cirujano ha advertido de que “no hay mucho que celebrar” en este 50 aniversario, pues “la salud de los humedales empeora al mismo ritmo que aumenta la contaminación mundial”, por lo que “es necesario un toque de atención si queremos conservarlos”.