Ecuador quiere extraer más petróleo para equilibrar sus cuentas

Ecuador era uno de los socios más pequeños de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, pero decidió irse del conglomerado hace ahora dos años. No quería someterse a los recortes de producción de crudo que se habían acordado cuando las arcas del país necesitaban más ingresos. Esa urgencia de recursos frescos sigue vigente y el nuevo presidente Guillermo Lasso llegó al Palacio de Carondelet con planes para duplicar la extracción actual de barriles. Esa estrategia despierta, por un lado, escepticismo en el mundo profesional petrolero, ya que requiere atraer miles de millones de inversión, y, por otro, levanta las alarmas en los colectivos ambientalistas de la Amazonía.

Del casi medio millón de barriles que el país andino saca del subsuelo cada día, el Gobierno aspira a contar con un millón al final del mandato para poder equilibrar el prolongado déficit fiscal. Para que Ecuador aumente, hasta doblar, la producción y exportación petrolera tiene que inevitablemente ampliar la frontera de extracción. Sobre todo en la zona amazónica del suroriente, la menos explotada. Lasso lo ha admitido, aunque ha hecho énfasis repetidamente en el mensaje de que hay que empezar por mejorar el rendimiento de los pozos ya existentes.