Desde 2017, el proyecto Amazonía 2.0 utiliza nuevas tecnologías de la información para fortalecer el monitoreo y conservación de territorios indígenas y comunidades tradicionales en seis países del bioma amazónico.
Las infracciones y anomalías son monitoreadas in situ por la propia comunidad, que luego envía los datos para alimentar una plataforma virtual, GeoVisor, con la máxima agilidad posible.
Los pueblos indígenas y las poblaciones tradicionales son los mayores guardianes de los bosques en América Latina y el Caribe. Esto es lo que afirma categóricamente el informe publicado en marzo por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Estos habitantes son a menudo los primeros en detectar a los taladores, mineros ilegales, acaparadores de tierra, narcotraficantes y otros actores ilegales mientras avanzan devastando los bosques. Con su conocimiento, también pueden percibir cambios ambientales que indican desequilibrios, como los provocados por el cambio climático. Para potenciar y reconocer la acción de estas poblaciones, el mismo informe sugiere transformarla en tecnología social.