En las últimas semanas, representantes de los pueblos indígenas en Ecuador vienen negociando con el gobierno de Guillermo Lasso medidas que logren una efectiva protección de la Amazonía. Sin embargo, mientras se dilatan las conversaciones, muchos puntos del país siguen sufriendo las consecuencias. Uno de ellos es el Napo, impactado por una constante actividad minera que no descansa.
El río Napo es un afluente del Amazonas. Es el río más caudaloso de la Amazonía de Ecuador, con una longitud total de 1075 km, que fluye a través de la densa selva del este del país antes de entrar en el vecino Perú. Ante la falta de carreteras, es el eje principal para el transporte, comunicación e intercambio comercial con los centros poblados. En esta región se asientan comunidades ancestrales kichwas, defensores de la provincia de Napo, que concentra el 70% de las áreas protegidas del país.