De la Amazonia para el mundo: así debería ser la bioeconomía de la región

ás de 300 líderes se reunieron en Belém, Brasil, para discutir cómo apartarse de una economía que degrada el bosque. Las recomendaciones serán entregadas a los Gobiernos de los nueve países que están en la zona.

Con el tiempo se ha popularizado una famosa frase que dice que “el cambio climático es el mayor fallo que el mercado ha visto”. Su origen apunta a 2006, cuando el reconocido economista Sir Nicholas Stern, por encargo del Gobierno de Reino Unido, publicó lo que pasó a conocerse como el Informe Stern, un reporte en el que se señala el impacto que tiene el cambio climático para la economía global.

Una frase similar, también, se escuchó durante los últimos dos días en la ciudad amazónica de Belém, Brasil, donde más de 300 líderes, indígenas, miembros de la sociedad civil y representantes de los Gobiernos locales, se reunieron para realizar la primera Conferencia Panamazónica por la Bioeconomía. “Tal cual como la entendemos, la economía está llevando a la Amazonia a un punto de no retorno”, fue lo que se repitió más de una vez durante el evento. Una preocupación que no solo debería regional, sino mundial, pues de lo que pase en el Amazonas depende el rumbo que tome el mundo. Si no se cambia el modelo extractivista que actualmente enfrenta la región, puede que sus bosques dejen de capturar carbono: que deje de ser el apodado “seguro del mundo”.

¿Puede la bioeconomía tomar el relevo al petróleo en la Amazonia ecuatoriana?

La explotación petrolera no benefició en gran medida a las comunidades amazónicas donde estaban los yacimientos. Ahora buscan alternativas para la transición ecológica a aprovechando la riqueza de la selva de manera responsable.

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En la profundidad de la selva amazónica, cerca de la frontera entre Ecuador y Perú, Gloria, una líder indígena sapara, realiza una ceremonia de bienvenida a un grupo de turistas. Está frente a una pequeña choza tradicional adornada con paja, tiene el rostro pintado con figuras que representan su conexión con la naturaleza y sus antepasados y agarra una hoja de tabaco. “Estamos aquí, en Naku, compartiendo nuestras tradiciones y saberes con ustedes para preservar nuestra cultura y mostrar al mundo que es posible vivir libre de extractivismo”, dice con voz serena. Los sapara son una de las once nacionalidades amazónicas del Ecuador, un grupo declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, están en peligro de desaparecer debido, entre otras cosas, a la explotación petrolera.