La defensa de la Amazonía tiene nombre de mujer
En la Amazonía ecuatoriana, la defensa de la naturaleza, el medio ambiente y la vida digna de las comunidades tiene nombre de mujer. Frente a la intervención avasalladora de las grandes empresas extractivistas –petroleras, mineras, hidroeléctricas y madereras–, el colectivo Mujeres Amazónicas ha dicho basta a los abusos de derechos humanos, la militarización del territorio y los daños a la Pachamama (madre tierra) que ponen en riesgo la supervivencia de los pueblos indígenas más vulnerables. Son más de cien, la mayoría indígenas, y desde que en 2013 decidieron hacer escuchar su voz, han sido atacadas, amenazadas y hostigadas, incluso con denuncias penales por ejercer pacíficamente su derecho a manifestarse.Amnistía Internacional documentó en 2018 esos ataques y amenazas, simbolizados en cuatro lideresas y defensoras de derechos humanos de Mujeres Amazónicas: Patricia Gualinga, Nema Grefa, Salomé Aranda y Margoth Escobar. Tras visitar Ecuador en febrero y octubre y reunirse con organizaciones indígenas y de la sociedad civil, representantes de la ONU y la UE, autoridades e integrantes del propio colectivo, Amnistía constató que el motivo de tal hostilidad era su lucha por los derechos vinculados a la tierra, al territorio y al medio ambiente.