El incendio en la reserva natural La Macarena el pasado fin de semana encendió las alarmas y puso en los ojos del país una realidad que se viene cocinando desde hace tres años: la deforestación a gran escala en parques ambientales de Colombia.

En diálogo con María Jimena Duzán, en el programa Semana en Vivo,  el congresista Juan Carlos Losada desestimó las declaraciones del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, quien aseguró que los incendios y la deforestación son culpa de disidencias de las Farc. “El ministro tiene un discurso repetido hasta la saciedad por el Gobierno. En debates presidenciales, Iván Duque afirmó de manera engañosa que la deforestación era por la coca, cuando todos sabemos que el 70 por ciento de la deforestación en Caquetá es por la ganadería y la palma africana”. 

María Jimena Duzán y los panelistas invitados a Semana en Vivo

El parlamentario fue más allá y aseguró que la ganadería y palma africana son el soporte político del Centro Democrático. “El presidente de Fedegan (José Felix Lafaurie) tiene a su esposa (María Fernanda Cabal) sentada en el Senado. Igual el presidente de Fedepalma (Jens Mesa Dishington)”.

Congresista Juan Carlos Losada 

A su turno, Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), otro de los panelistas invitados, precisó que actualmente en Colombia “hay un mercado potencial de adquisición de tierras a gran escala en lugares donde el Estado no llega”.

“Alrededor del parque natural Chiribiquete en los últimos tres años se han perdido medio millón de hectáreas y entraron 550 mil cabezas de ganado”, aseguró Botero.

Frente a esto, el congresista Losada entregó cifras alarmantes sobre deforestación: “en el parque natural Los Picachos en el año 2016 la deforestación fue de 117 hectáreas; en 2017, era de 1.064; y en 2018 esa cifra ascendió a 2.048 hectáreas”. 

 

Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible

Para la abogada y defensora de derechos humanos Jhenifer Mojica, invitada al panel de Semana en Vivo, al Gobierno le quedó grande encontrar una solución para este tipo de problemas “y se sitúa en un paradigma falso de que allá todo lo manipula las disidencias, lo que hace es simplificar una variable de múltiples causas que generan la deforestación y entregar una confusión errática”.

El más reciente incendio de este fin de semana en Caño Cristales dejó 80 hectáreas de bosque consumidas por el fuego, y aunque el ministro se mantiene en su posición de que fueron las disidencias de las Farc para sembrar coca, en contraposición y en exclusiva, un campesino del sector le contó a María Jimena Duzán que prácticamente fueron engañados por el Gobierno Nacional porque no les han cumplido con la sustitución de cultivos. Aseguró que si desean protestar, el Estado los acusa de ser guerrilleros.

Jhenifer Mojica, abogada y defensora de derechos humanos

“En lugar de ver proyectos productivos, vemos restricciones. Y cuando uno le protesta al Gobierno, ellos dicen que somos guerrilleros”, relató Olmes Rodríguez, presidente Asojuntas El Capricho, en medio de una visita de periodistas de Semana a La Macarena guiados por María Jimena Duzán.

“Están acabando con comunidades enteras” 

Para el congresista Losada, la estrategia de incendiar reservas naturales es similar a la utilizada por grandes terratenientes en Brasil, ahora en el gobierno de Jair Bolsonaro, para acaparar tierra, sin importar que a su paso acaben con el ecosistema de comunidades indígenas.

“Lo que más dolor me dio fue ver cultivos de palma africana en la reserva natural Nukak porque están haciendo desaparecer a una comunidad para siempre”, manifestó y agregó que en los alrededores de la Macarena hay extensiones alarmantes de tierra improductiva, solo destinadas para el ganado. “Hay lugares donde hay más tierra para las vacas que para los campesinos”.

Finalmente, la abogada Mojica explicó que hoy el despojo de tierras en Colombia se está materializando. “Estos intereses económicos desobedecen cualquier tipo de derechos humanos. Eso, visto desde bogotá, nos escandaliza por el horror de las quemas; pero visto desde la regiones, es realmente un tormento y un atropello”.

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